Odio que irrumpas en mi presente. Se supone que en una caja de recuerdos, bajo llave y candadote te quedaste encerrado. Sabes que yo estoy bien así, y que a por la fuerza ya aprendí a vivir sin ti. Entonces no entiendo porque te apareces así, sin permiso ni avisos previos. Y por más que te arroje y sepulte bajo el mar, vas a volver a salir, y me vas a buscar para torturarme una vez más. ¿No entendes que me haces mal? Necesito que te vallas y que me dejes tranquila. No puede ser que una foto de los dos sea mi perdición. Y que un beso que no significó nada para vos, ahora se reaparezca en mis sueños y pensamientos, sin un antídoto para olvidarlo. Ya no quiero volver a caer en vos. Igual no voy a negarte que me hiciste feliz aunque duro poco. Pero tenes que comprender de una vez, que ahora mi vida así como la tuya, es muy distinta, y en mis planes YA NO ESTAS PRESENTE. ¿Y quieres saber que es lo más triste? Que por más que luche día y noche, nunca te podré sacar de mi mente, ni mucho menos, de mi corazón.